Decidir sobre el sistema de costos es una elección importante que las empresas deben tomar al evaluar su marco contable, el tipo de producto que producirán y su proceso de producción. Desde el inicio de sus operaciones, las empresas deben prestar atención a este aspecto.
Las entidades que comienzan a operar deben establecer un sistema contable que les permita registrar, medir y revelar todas sus transacciones. En esta etapa inicial, es esencial implementar un sistema de costos para conocer el costo de producción de sus productos o servicios y evaluar su desempeño financiero.
Muchas entidades pasan por alto esta decisión al inicio, por lo que en este artículo compartimos los puntos clave a considerar al implementar un sistema de costos.
1. La manera en que se registrarán los gastos
Dependiendo de la actividad de la entidad, se pueden elegir entre los siguientes sistemas de costos:
Costos por órdenes de producción: adecuado para entidades que trabajan con contratos donde los clientes definen las características del producto. El costo se calcula para cada orden, lote, tarea o pedido, y luego se divide entre el número total de unidades.
Costos por procesos: ideal para empresas con una producción continua de artículos estandarizados. El costo se divide en varias etapas de producción, acumulando el costo en cada etapa hasta que el producto esté terminado.
Costos por actividades – ABC: recomendado para empresas que producen a gran escala y desean evaluar la asignación de recursos. El costo se asigna a cada actividad necesaria para la producción del producto, y luego a los productos utilizando inductores.
2. El fundamento para asignar los gastos
Para determinar el costo de un producto, la entidad puede utilizar una base histórica o predeterminada:
La base de costo histórica corresponde a los gastos reales realizados por la empresa para fabricar el producto.
La base de costo predeterminada se basa en la evaluación de los costos esperados de los productos, contabilizándolos a este valor para luego analizar las diferencias y medir la eficiencia en la utilización de recursos. Un ejemplo es el costeo estándar.
3. El sistema de gestión de inventarios
El sistema de inventarios no está regulado por los Estándares Internacionales, por lo que cada entidad debe tomar su propia decisión. El sistema de inventarios registra las mercancías en contabilidad para determinar el costo de las ventas. Existen dos tipos:
Sistema de inventario permanente: control constante de inventarios utilizando un «Kardex», evitando la necesidad de inventarios físicos para conocer el costo de venta.
Sistema de inventario periódico: requiere inventarios físicos programados para determinar las existencias, calculando el costo de ventas en un período.
4. El enfoque de valoración de los inventarios
El método de valoración de inventarios es la técnica utilizada por la entidad para valorar los productos en inventario. Se debe elegir un método de valoración de inventarios, como:
Identificación específica: para valorar materiales con características únicas que no se pueden usar fácilmente en la producción de otros bienes.
PEPS (Primeros en entrar primeros en salir): los primeros productos vendidos son los más antiguos, valorando las existencias con los costos más recientes.
UEPS (Últimos en entrar primeros en salir): las primeras unidades vendidas son las últimas ingresadas al inventario, valorando las existencias con precios antiguos.
Promedio ponderado: valorando el inventario hallando el promedio de unidades existentes y nuevas compras.
Método de los minoristas o retail: para tiendas con alta rotación, asignando un margen de utilidad al precio de venta y considerando la diferencia como costo de los productos.
