Principios éticos en la actuación profesional del contador
El desempeño del contador en su labor profesional se rige por una serie de principios éticos y morales, los cuales se encuentran detallados en la sección A del anexo 4.1 del DUR 2420 de 2015 y deben ser revisados en conjunto con los lineamientos establecidos en el artículo 37 de la Ley 43 de 1990.
Es importante destacar que la labor del contador no se limita a satisfacer las necesidades de la empresa para la que trabaja, sino que también debe velar por el interés público y cumplir con los requerimientos del código de ética. En este sentido, el DUR 2420 de 2015, en su artículo 1.2.1.6, establece que los contadores públicos deben aplicar de manera conjunta lo dispuesto en la Ley 43 de 1990 y en el anexo 4.1 de dicho decreto.
El Código de Ética emitido por la IFAC
El Código de Ética emitido por la IFAC, contenido en el anexo 4.1 del mencionado decreto, abarca diferentes aspectos. En primer lugar, la parte A comprende desde la sección 100 hasta la 150 y recopila los lineamientos relacionados con principios, competencia y comportamiento profesional. En segundo lugar, la parte B abarca desde la sección 200 hasta la 291 y contiene las pautas que un contador debe seguir en la ejecución de labores de auditoría y aseguramiento. Por último, la parte C, que va desde la sección 300 hasta la 350, aborda situaciones que un profesional contable puede enfrentar en las empresas y cómo estas situaciones pueden generar amenazas.
El objetivo de este análisis es revisar los lineamientos de la parte A en cuanto a la aplicación de los principios fundamentales, los cuales deben ser analizados en conjunto con los principios mencionados en el artículo 37 de la Ley 43 de 1990.
Integridad
De acuerdo con la sección 110 del Código de Ética incluido en el anexo 4.1 y el numeral 1 de la Ley 43 de 1990, el profesional debe mantener su integridad moral en todo momento durante su ejercicio profesional, siendo honesto y franco en sus relaciones laborales. Asimismo, debe negarse a participar en actividades contrarias a la moral y la ética, como la emisión de informes falsos u omitiendo información relevante.
En este sentido, se destaca la importancia de que los certificados emitidos por un contador público sean claros, precisos y veraces.
Objetividad
La objetividad requiere que los profesionales actúen con imparcialidad y sin prejuicios en sus labores, evitando conflictos de interés o influencias indebidas. En caso de que un profesional identifique una circunstancia que pueda afectar su imparcialidad, deberá abstenerse de realizar la actividad o servicio solicitado.
Este principio se encuentra detallado en la sección 120 del Código de Ética de la IFAC y el numeral 2 del artículo 37 de la Ley 43 de 1990.
Competencia y diligencia profesional
Según la sección 130 del Código de Ética de la IFAC, los profesionales contables deben mantener sus conocimientos actualizados para prestar un servicio competente y actuar con la diligencia requerida. Es fundamental que el profesional se capacite de forma continua para garantizar su competencia y, en caso de limitaciones, informar a los clientes o usuarios del servicio.
Confidencialidad
La confidencialidad es un aspecto crucial en la relación entre el contador y sus clientes, ya que la información manejada puede ser sensible. El contador debe abstenerse de divulgar información privilegiada fuera de la entidad que presta el servicio, a menos que exista un deber legal que lo obligue a hacerlo.
Este principio se encuentra respaldado por el numeral 5 del artículo 37 de la Ley 43 de 1990 y la sección 140 del Código de Ética de la IFAC.
Conducta ética y respeto entre colegas
De acuerdo con el numeral 10 del artículo 37 de la Ley 43 de 1990 y la sección 150 del Código de Ética de la IFAC, los profesionales contables deben evitar acciones que desacrediten la profesión o a sus colegas. En caso de realizar publicidad o promoción de servicios, se debe mantener la reputación de la profesión y evitar comparaciones despectivas con otros colegas.
