Identificación y valoración al considerar el uso de la opción de compra
Identificación y valoración al no considerar el uso de la opción de compra
Los acuerdos de arrendamiento se contabilizan y evalúan en los informes financieros de acuerdo con lo establecido en la Sección 20 del Estándar Internacional para Pymes. A continuación se resumen los aspectos fundamentales de este tipo de transacciones y se presenta un ejemplo práctico.
La Sección 20 del Estándar Internacional para Pymes establece el tratamiento contable de los contratos de arrendamiento. Según esta sección, el arrendatario (quien recibe y utiliza el bien) debe seguir los siguientes pasos:
- Identificar la fecha de inicio del contrato.
- Identificar la fecha de inicio del plazo de arrendamiento.
- Clasificar el arrendamiento.
- Si es financiero, reconocer el activo y el pasivo.
- Valorar el activo y el pasivo reconocido (valoración inicial y posterior).
- Preparar las revelaciones.
Al clasificar el arrendamiento, el arrendatario analizará las condiciones contractuales para determinar si se considera operativo o financiero. La forma legal del contrato no es relevante.
«Al inicio del arrendamiento, la entidad evaluará estos aspectos y determinará la clasificación de cada contrato».
Los elementos a considerar para clasificar un arrendamiento como financiero incluyen:
- El arrendatario tiene la opción de adquirir el bien al final del contrato.
- El arrendatario puede comprar el activo al final del contrato a un precio significativamente más bajo que su valor justo en ese momento.
- El plazo del arrendamiento abarca la mayor parte de la vida económica del activo, aunque la propiedad no se transfiera al arrendatario.
- El arrendatario paga la mayoría del activo a través del canon de arrendamiento.
- Los activos arrendados son tan especializados que solo el arrendatario puede usarlos sin modificaciones significativas.
Al inicio del arrendamiento, la entidad evaluará estos elementos y determinará la clasificación de cada contrato.
Para ilustrar lo anterior, supongamos un contrato de arrendamiento con las siguientes condiciones:
- Tipo de activo: vehículo.
- Uso: administrativo.
- Duración del contrato: 3 años (36 meses).
- Valor de la cuota: $1.916.088.
Otras cláusulas contractuales:
- Al final del contrato, el arrendatario tiene la opción de comprar el vehículo por $3.000.000.
- El valor del vehículo en el mercado al contado en la fecha del contrato es de $60.000.000.
- Tasa de interés para crédito de vehículo: 0,98% mensual.
Con esta información, la entidad evaluará el contrato y concluirá que se trata de un arrendamiento financiero debido a:
- La posibilidad de quedarse con el vehículo al final del contrato pagando un monto significativamente menor que su valor justo en ese momento.
- El costo del contrato es casi igual al valor del activo nuevo.
Basándose en estos datos, la entidad reconocerá el activo y el pasivo siguiendo estas consideraciones:
- Si se espera utilizar la opción de compra, se reconocerá el activo por el menor valor entre el valor presente de los pagos futuros mínimos (incluida la opción de compra) o el valor justo del activo al inicio del contrato.
- Se depreciará el activo durante su vida útil estimada, que normalmente es diferente a la duración del contrato. Para calcular la tasa de depreciación, se estimará el valor residual del activo al final de su vida útil.
- Si no se espera utilizar la opción de compra, se reconocerá el activo y el pasivo por el valor presente de los pagos futuros mínimos (sin incluir la opción de compra) y se amortizará el valor del activo a lo largo del contrato, período durante el cual se espera obtener beneficios del activo.