Identificación y valoración de contratos de arrendamiento: ¿Financiero o operativo?

Identificación y valoración al considerar el uso de la opción de compra

Identificación y valoración al no considerar el uso de la opción de compra

Los acuerdos de arrendamiento se contabilizan y evalúan en los informes financieros de acuerdo con lo establecido en la Sección 20 del Estándar Internacional para Pymes. A continuación se resumen los aspectos fundamentales de este tipo de transacciones y se presenta un ejemplo práctico.

La Sección 20 del Estándar Internacional para Pymes establece el tratamiento contable de los contratos de arrendamiento. Según esta sección, el arrendatario (quien recibe y utiliza el bien) debe seguir los siguientes pasos:

  1. Identificar la fecha de inicio del contrato.
  2. Identificar la fecha de inicio del plazo de arrendamiento.
  3. Clasificar el arrendamiento.
  4. Si es financiero, reconocer el activo y el pasivo.
  5. Valorar el activo y el pasivo reconocido (valoración inicial y posterior).
  6. Preparar las revelaciones.

Al clasificar el arrendamiento, el arrendatario analizará las condiciones contractuales para determinar si se considera operativo o financiero. La forma legal del contrato no es relevante.
«Al inicio del arrendamiento, la entidad evaluará estos aspectos y determinará la clasificación de cada contrato».

Los elementos a considerar para clasificar un arrendamiento como financiero incluyen:

  • El arrendatario tiene la opción de adquirir el bien al final del contrato.
  • El arrendatario puede comprar el activo al final del contrato a un precio significativamente más bajo que su valor justo en ese momento.
  • El plazo del arrendamiento abarca la mayor parte de la vida económica del activo, aunque la propiedad no se transfiera al arrendatario.
  • El arrendatario paga la mayoría del activo a través del canon de arrendamiento.
  • Los activos arrendados son tan especializados que solo el arrendatario puede usarlos sin modificaciones significativas.

Al inicio del arrendamiento, la entidad evaluará estos elementos y determinará la clasificación de cada contrato.

Para ilustrar lo anterior, supongamos un contrato de arrendamiento con las siguientes condiciones:

  • Tipo de activo: vehículo.
  • Uso: administrativo.
  • Duración del contrato: 3 años (36 meses).
  • Valor de la cuota: $1.916.088.

Otras cláusulas contractuales:

  • Al final del contrato, el arrendatario tiene la opción de comprar el vehículo por $3.000.000.
  • El valor del vehículo en el mercado al contado en la fecha del contrato es de $60.000.000.
  • Tasa de interés para crédito de vehículo: 0,98% mensual.

Con esta información, la entidad evaluará el contrato y concluirá que se trata de un arrendamiento financiero debido a:

  • La posibilidad de quedarse con el vehículo al final del contrato pagando un monto significativamente menor que su valor justo en ese momento.
  • El costo del contrato es casi igual al valor del activo nuevo.

Basándose en estos datos, la entidad reconocerá el activo y el pasivo siguiendo estas consideraciones:

  1. Si se espera utilizar la opción de compra, se reconocerá el activo por el menor valor entre el valor presente de los pagos futuros mínimos (incluida la opción de compra) o el valor justo del activo al inicio del contrato.
  2. Se depreciará el activo durante su vida útil estimada, que normalmente es diferente a la duración del contrato. Para calcular la tasa de depreciación, se estimará el valor residual del activo al final de su vida útil.
  3. Si no se espera utilizar la opción de compra, se reconocerá el activo y el pasivo por el valor presente de los pagos futuros mínimos (sin incluir la opción de compra) y se amortizará el valor del activo a lo largo del contrato, período durante el cual se espera obtener beneficios del activo.
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