Existen diferentes clases de prelación de créditos
Existen diferentes clases de prelación de créditos, las cuales se establecen según distintos criterios. Cuando una empresa se liquida de forma voluntaria o entra en un proceso de salvamento empresarial, debe pagar sus deudas en un orden determinado por la ley, conocido como prelación de créditos.
Principio de «par conditio creditorum»
Según el principio de «par conditio creditorum» (igualdad de condiciones para los acreedores), todos los acreedores tienen derecho a ser pagados de manera equitativa. Si los activos de la empresa no son suficientes para cubrir todas las deudas, se espera que cada acreedor reciba una proporción igual. Esto garantiza que todos los acreedores sean tratados de manera justa.
Aplicación de la prelación de créditos
La prelación de créditos se aplica cuando hay múltiples obligaciones vencidas y se inicia un proceso de liquidación o salvamento empresarial. Antes de realizar los pagos, es necesario establecer un orden de importancia para las obligaciones, de modo que se paguen en función de la disponibilidad de activos.
Establecimiento de la prelación de créditos
La prelación de créditos no es determinada por el deudor ni por los acreedores, sino que está establecida por la legislación civil. El Código Civil detalla las clasificaciones de preferencia para el pago de las deudas, desde la primera hasta la quinta clase, según la causa de las obligaciones y los tipos de deudores mencionados.
La primera clase incluye créditos por alimentos a favor de menores, salarios y prestaciones laborales, entre otros.
La segunda clase se refiere a deudores específicos, como posaderos y acarreadores.
La tercera clase comprende los créditos hipotecarios.
La cuarta clase abarca los bienes que no tienen preferencia de pago.